Entonces apareció Dimas, el novio, del brazo de su madre, la madrina, feliz ambos.
Un ratito después entraba la novia, Jessica, toda sonrisa, con su padre.
Hubo lágrimas de felicidad, palabras llenas de emociones, recuerdos narrados, una canción que les tocó el corazón, besos, ternura y mucho amor.
Montamos un altar civil coqueto, con tules y abalorios de crochet. Elegimos hortensias rosas para el camino nupcial.
En un juego de maletas vintage plantamos la paniculata para que crecieran las mesas de los invitados, que disfrutaron de una exquisita cena , incluyendo wedshoot para que después todos disfrutaran de los momentos vividos. Jessica es una de esas novias que cuida cada detalle y que no quiere perderse nada!!! Los exquisitos y completos kits de los baños no serán olvidados jamás, estamos seguras!
Fue un placer ayudar a Dimas y Jessica o organizar su momento porque se empeñaron en que sus invitados lo pasaran en grande y lo consiguieron. La música sonó hasta que llegó la mañana, bailaron sin parar gracias a las chanclas que regalaron a todos y pudimos leer algunos mensajes que les dejaron... y es que tienen mucha gente que les quiere y eso se nota. A nosotras también nos robaron el corazón ♥
Luego se escaparon a Croacia y nos dejaron, nuevamente, con la boca abierta!
Que la vida os traiga lo mejor.