Los chicos y chicas de 2º de bachillerato querían sorprender a los profesores en su graduación y nos llamaron para ver qué podíamos hacer. Querían algo sencillo, personalizado, que pudieran usar esa noche y que les emocionara.
Querían unas insignias con sus nombres y un detalle que revelara la asignatura que impartían. Nos tomamos varias tazas de té durante algunas tardes y nos quedaron así.
Luego tenían que llevarse a casa un mensaje de esos que no olvidas nunca. De esos que cuelgas en el corcho para leer a menudo. Prepararon unos textos preciosos y nosotras los vestimos de verde.
La presentación tenía también que ser coqueta,sobre todo porque no era un regalo hecho en serie. Se trataba de algo delicado, manual y emotivo. Único.
Creemos que todo lo que se hace con las manos llega al corazón.
Así llegaron a los corazones de los profesores los agradecimientos de su alumnado y creemos que saber agradecer es de muy buena educación. Nosotras sabemos que serán grandes hombres, grandes mujeres. A por el futuro, chic@s!!